La calidad final de un impreso depende de una gran cantidad de variables, el original, la iluminación, y el impreso. Solo por nombrar las principales.

La cantidad de tinta sobre el sustrato es determinante de la saturación de colores y de la nitidez de las imágenes. El principal responsable de manejar dichas cantidades de tinta es la configuración general y el perfil de color, que permiten diferenciar con precisión colores que son muy parecidos, abrir sombras, etc. De ese modo brinda al impreso un mayor contraste de color aprovechando el menor uso de tinta, beneficiando al secado más rápido, y reduciendo el costo final